TLC
Para hablar del TLC, Primero tenemos que saber que esta
sigla identifica el Tratado de Libre Comercio entre Colombia, Ecuador, Perú y
los Estados Unidos. Según el Ministerio de Comercio Exterior, Jorge Humberto
Botero, “es un acuerdo internacional en el cual se vinculan distintas economías
entre si, para abrir recíprocamente sus mercados y para generar condiciones
propicias a la inversión extranjera. En este se ven cronogramas de desgravación
arancelaria y reglas para facilitar la inversión”.
En los últimos días se ha hablado y especulado mucho
sobre el tema, ya que Colombia, Perú, Ecuador y Estados Unidos están En el
proceso de firmar un TLC. Lo trascendental es que el país ha empezado la
estrategia de la internacionalización de la economía, a partir de este tratado.
Según el gobierno, esta táctica es la única que va a servir para que la
economía colombiana crezca y tenga un desarrollo óptimo, puesto que en la
última década ésta no ha crecido o su crecimiento ha sido poco.
Según expertos economistas de Colombia, como Mauricio
Rodríguez, Juan Camilo Restrepo, Hernando Gómez Buendía y otros, el TLC es algo
que Colombia tiene que hacer, pues de lo contrario van a llegar otros países
que también producen y exportan lo mismo que nosotros, y nos “robaran” el mercado,
condenándonos al subdesarrollo. Tarde o temprano Colombia va a llegar a
establecer pactos económicos en este país o con otros países del mundo; lo
fundamental es que no se puede desaprovechar una oportunidad de estas, ya que
el primero de los países que llegue a Estados Unidos, mediante un TLC, será el
colonizador que va a controlar el mercado y lo va a conocer mejor que los
demás. Adicionalmente, la nuestra es una economía mediana que necesita abrir
sus puertas a otros países, para lograr un desarrollo, y si no lo hace con su
economía interna, no podrá subsistir.
Estados Unidos es un país de 285 millones de habitantes,
con 35.000 mil dólares de ingreso per capital, lo que representa un gran poder
de compra. Además es un mercado muy rico y uno de los más grandes y dinámicos
del mundo, en e cual Colombia podrá vender, negociar y exportar innumerables
productos, lo que generará un mejor nivel de desarrollo económico y social para
nuestro país.
Colombia no es una gran amenaza para los Estados Unidos
en materia política y económica, ya que la producción total de nuestro país es
sólo la cuarta parte de la producción de ellos. Somos irrelevantes en el
impacto que podamos causar a su aparato productivo, por lo cual, consideran los
economistas que estados unidos, será generosos con nosotros en este convenio
que se está tratando de firmar. Lo que se tiene que tener muy en cuanta, es que
Colombia se encuentra en total desventaja con respecto a Estados Unidos, ya que
éste tiene mayor capacidad de competencia y producción en los sectores donde
nuestro país es más dinámico. Pero así las cosas, Colombia También tiene
sectores en los cuales puede competir con su principal aliado y rival, tales
como: frutas, hortalizas, calzado, textiles, etc. Aunque Colombia puede tener ventajas
y ciertas opciones de competencia, como se mencionó anteriormente, tiene una
gran desventaja representada en la gran brecha existente entre un país
desarrollado, o mejor dicho, potencia mundial, y un país subdesarrollado en vía
de desarrollo, como el nuestro.
La principal causa para que Colombiano tenga una
capacidad de competencia con otros países desarrollados o en vía de desarrollo,
es que no cuenta con un estado que haga presencia total en su territorio,
sumado a ello el gran problema que representa la presencia de grupos
insurgentes, el desinterés por nuestra nación o la falta de nacionalismo, y
tantos otros factores que impiden que Colombia sea un Estado-Nación integrado
como tal, factores que no tiene Estados Unidos.
Otro factor de desventaja para Colombia, es la poca
infraestructura que posee para poder controlar y hacer un tratado de estas
características, como son vías para transportar los productos, puertos,
maquinaria, puentes, ferrocarriles, bodegas, capacidad de planta de las
empresas y tantos otros que hacen falta para competir con Estados Unidos.
Adicionalmente, para poder ingresar a este comercio en
igualdad de condiciones, en el país se debe realizar un cambio social radical
en cuanto a la producción, competitividad, proteccionismo, educación, calidad
en los procesos y el mejoramiento del sistema judicial y mercantil, ya que con
este pacto las exigencias serán mayores, requiriendo una respuesta más efectiva
y eficaz en estos campos.
Hoy, la mayor preocupación existente con la apertura que
tendrá el país por la firma del Tratado de Libre Comercio, son las diferentes
repercusiones negativas, especialmente sobre dos sectores de nuestra economía:
el campo o sistema agropecuario y las PYMES (pequeñas y medianas empresas).
El primer sector se verá afectado, ya que el campo
colombiano no se encuentra totalmente industrializado para poder competir
contra los productos agropecuarios de Estados Unidos, ni tiene los suficientes
mecanismos de producción y calidad. Los campesinos colombianos tampoco tiene la
suficiente capacidad educativa para responder a las exigencias que se les van
hacer. Además estamos en completa desventaja con el campo estadounidense, ya
que tiene a su favor políticas netamente proteccionistas en sus diferentes
sectores económicos; genera más bajos costos para sus productores y por ende
una mayor amenaza para nuestros campesinos.
Las PYMES, el segundo sector, se verá afectado debido a
la baja productividad, la baja calidad y los altos costos de producción que las
caracteriza, lo que les impide competir en un mercado altamente especializado,
llevándolas por ende a su inminente desaparición, lo cual es muy peligroso, ya
que éstas generan más del 80% del empleo en el país.
Lo grave es que Colombia no tiene una política
proteccionista, lo que a todas luces afecta especialmente a los campesinos,
generando desempleo en el campo. Tampoco se tiene una visión de los desastres
que pueden generarse interiormente y la forma de arreglarlos, cuando el TLC
esté en ejecución: el desempleo generado por la desaparición de las PYMES, la
total desprotección del estado hacia los campesinos, el desplazamiento masivo
de campesinos o población afectada, que buscan trabajo o mejores oportunidades
en las ciudades, ya que en las zonas rurales no obtuvieron beneficios gracias
al tratado; la violencia común que se genera debido a estos factores; ello
traerá entonces desempleo, hambruna, falta de vivienda, etc.
Sin embargo hay que reconocer que el gobierno no está
haciendo todo esto a ciegas: se está preparando para lograr una BUENA
NEGOCIACION. Para ello el Ministerio de Comercio Exterior ha tomado las riendas
del proceso, contando con el invaluable acompañamiento de los empresarios
calificados del sector privado. Así pues, se busca que los intereses del país
no se vean afectados, que el tratado sirva para mejorar la economía y no para
destruírla y que no se presenten consecuencias negativas en especial para el
sector agropecuario y las PYMES.
Dentro de la negociación se está discutiendo el problema
que se presenta con la visas; este es un aspecto muy importante y se debe tener
en cuenta, por que siempre para los colombianos es una “tortura” lograr dicho
documento y asi poder ingresar en el país de la libertad y de las
oportunidades. Esto, aunque parezca ya rutinario o normal, es algo a lo que se
le debe prestar atención, pues si los comerciantes colombianos no posean la
visa, les será imposible establecer relaciones de mercado y comercializar sus
productos en el país del norte, por que en los principios del mercado, o con la
sola racionalidad, se sabe que si no hay presencia de los negociadores no se
puede dar apertura económica. Es paradójico que los americanos puedan entrara
en nuestro país, como si fuera el jardín de su casa y nosotros tengamos vetado,
por razones que no viene al caso, el simple ingreso a su territorio. Así se
genera una acto de desigualdad en la negociación, pudiendo ellos comercian y
generar ganancia, aprovechando para tener una mayor ventaja sobre nuestro país.
En conclusión, si no hay visas para los comerciantes, no hay negocios y por
consiguiente no podemos capitalizar esas virtudes del TLC.
Cuando se habla del Tratado de Libre Comercio, se tiene
presente que con éste no existían barreras arancelarias, o habrá impuestos muy
bajos, lo cual se lograría un comercio entre los países sin restricciones, y la
desaparición del contrabando. Aunque con el tratado no habría barreras
arancelarias, existirán unas llamadas no arancelarias o fitosanitarias las
cuales impedirán el ingreso a Estados Unidos de muchos productos colombianos.
Esto se debe en cierta parte al proteccionismo estadounidense, ya que ellos
consideran que en productos como la carne se pueden filtrar enfermedades
letales, tales como la de la vaca loca y fiebre aftosa, la porcina en los marranos,
la gripa del pollo, las diferentes plagas y hongos que pueden venir con las
plantas, enfermedades que generarían una crisis de grandes proporciones en ese
país. Pero no sólo Estados Unidos posee estas barreras: Colombia también las
tiene. El problema radica, en que Estados Unidos no podría prohibir la entrada
de algunos productos colombianos, entre los cuales se encuentran la carne, el
pollo, y diferentes frutas y hortalizas. Argumentando que estos productos
poseen barreras fitosanitarias, y que por esto no se permitirá la entrada a su
país, lo cual mermaría las ventajas de un incremento positivo económico para
Colombia, ya que serían muy pocos los productos que en verdad se
comercializarían.
Hay otro aspecto digno de considerar en cuanto a los
aranceles: Colombia, anteriormente había establecido pactos de desgravación
arancelaria, tales como el ALCA o APTDEA - , en los cuales productos
colombianos ya no tienen aranceles o tienen impuestos muy bajos, pero que en el
Tratado de Libre Comercio se están volviendo a otorgar como si tuvieran
barreras arancelarias, es decir nos están otorgando ventajas en este tratado,
que ya poseíamos. Por ejemplo en el ALCA, para los textiles colombianos se
mermaban o desgravaban un 20% de los impuestos: para la entrada de este
producto en Estados Unidos, y en el TLC, se esta volviendo a otorgar el mismo
porcentaje de desgravación, y en realidad no nos están ofreciendo entonces
ningún beneficio verdadero.
Otro aspecto que preocupa es que Estados Unidos está
empeñado en que no existan empresas estatales en nuestro país, entre las cuales
se encuentran Telecom, Empresas Publicas de Medellín, ECOPETROL, entre otras,
pues no concuerdan con el sistema capitalista estadounidense, ya que según
ellos no existiría una competencia orientada por la ley de oferta y demanda.
Sustentan, que al existir empresas nacionales no podrían negociar libremente,
ya que se encuentran ligadas a la legislación nacional y así las cosas se
presentarían intereses políticos personales y con esto no se lograría el
interés propicio para el TLC, mientras que las empresas privadas tiene libertad
total, su economía se basa en las leyes de la oferta y la demanda, y los
gerentes de éstas no tiene que solicitar autorización para tomar sus decisiones
comerciales. Así estarían capitalizando totalmente nuestra economía, sus
intereses políticos en nuestro país se podrían llevar a la perfección, y no
tendrían la barrera de un sistema mixto que ellos consideran obsoleto, y que
opera en Colombia. Con esto pretenden entrar en nuestro país con una libertad
total.
Para finalizar, se considera el TLC como un paso muy
importante que se tiene que dar para que Colombia logre acomodarse al ritmo
acelerado del nuevo mundo, especialmente en el de la globalización. El no
hacerlo estaría condenado a la pobreza y al subdesarrollo. Pero esto se debe
mirar objetivamente. No se puede pretender que una vez firmado el tratado se
pueda empezar inmediatamente. El gobierno lo sabe y pide tiempo y plazos de
hasta de 10 y 12 años, en los cuales podrá reorganizar su sociedad,
capacitarla, entrenarla, mejorar la infraestructura y todos aquellos vacíos que
se tiene, para poder competir con Estados Unidos, logrando que los intereses
económicos de ambos se acompasen y satisfagan sus expectativas bajo la premisa
del “gana, gana”.
PREZI
No hay comentarios:
Publicar un comentario